Aviva el fuego

09/24/2011 19:16

 

Muy bien…ahora que con la ayuda del Espíritu Santo hemos avivado el fuego de la Alabanza en nuestros corazones…Y de ser muchos quizás, pabilos humeantes, ahora nos hemos convertido en lenguas de fuego, antorchas y chimeneas ardientes; esforcémonos pues al máximo para que este fuego no se apague…imaginemos una chimenea = que es nuestro corazón, nuestra vida de alabanza… ¿qué debemos hacer para mantener el fuego?…HECHAR LEÑA

Al comienzo muchos experimentan en su vida una alabanza gozosa real y genuina, sin embargo, con el transcurso del tiempo dejan que las llamas se extingan. El gozo, el júbilo en la alabanza que una vez ardía en sus corazones, lentamente se va apagando, hasta convertirse en una pequeña capa gris de cenizas..

Ahora bien ¿qué debemos hacer si nos damos cuenta que el ardor de nuestra alabanza se está muriendo?…bueno, tratar de amontonar un poco de combustible sobre el fuego para ayudar con esta crisis energética: ESO ES LO QUE HEMOS HECHO A TRAVES DE ESTE SEMINARIO DE ALABANZA.

Hemos avivado el fuego…es nuestra responsabilidad mantener este fuego. Y para tal fin les voy a proveer de SIETE LEÑOS DE ALABANZA, que serán de especial ayuda para conservar ardiente el fuego de alabanza dentro de nuestro corazón.

En cualquier oportunidad que consideres que el fuego está apagándose, trata de extraer fuego de esta pila de leña espiritual, luego comienza a entrar de nuevo en la vida de alabanza y notarás inmediatamente la diferencia…y los demás también lo notarán.

LEÑO #1

Cuando haces fuego, es importante comenzar con leños muy pequeños que se llaman: leña de ignición. Esta madera dará al fuego un empuje extra, y te ayudará a encender el resto de la leña, o sea los leños gruesos.

Aquí tienes la leña de ignición: Juan 10:10

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia

Continuamente estamos tentados a mirar las circunstancias que nos rodean: las enfermedades que nos aquejan, o aquejan a nuestros seres queridos, la soledad, el abandono, crisis en el hogar, problemas entre los esposos, entre los padres y los hijos, falta de trabajo, recibos que no podemos pagar, deudas que no podemos cancelar y que son una fuerte atadura en nuestra vida, etc.

Mientras más nos dejamos envolver por estas circunstancias, más decrecen las llamas de nuestra alabanza. Es decir meditamos y hasta creemos más en la primera parte de este versículo…que nos olvidamos de la segunda parte.

Hermano (a), en medio de las circunstancias que rodean tu vida natural…piensa que Jesús vino a darte vida plena y abundante…¿no eres una persona nacida de nuevo?, ¿no te ha dado Dios vida eterna?…entonces dale gracias y alábale por eso…gracias por su Espíritu Santo que provee paz en medio de la tormenta (Fil.) provee fe que te mantiene firme “como viendo al invisible”… “el justo por la fe vivirá”… “bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en tu debilidad…” gracias porque Tú estarás conmigo todos los días…

A medida que meditas en Juan 10:10, estarás quemando buena leña de ignición, que te ayudará a reanudar el fuego de tu alabanza.

LEÑO #2

Una de las señales más claras de que las llamas de tu alabanza están ardiendo muy débilmente es la tendencia a preocuparte, y a atemorizarte. La mayoría de nosotros somos susceptibles a caer en esta tentación, sobre todo cuando comenzamos a pensar en el futuro…(tenemos temor a la soledad, temor a la enfermedad, temor a la muerte, entre otras cosas), PIENSA EN TODAS LAS COSAS QUE TE CAUSAN PREOCUPACION Y TEMOR.

Pues aquí tienes un leño que te ayudará en tales ocasiones de tentación: Isaías 41:10:

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia

Ahora bien, si este versículo no consigue detener tu preocupación y no disipa tus temores… ¡Yo no sé que conseguirá hacerlo!

Después de todo… ¿qué es lo que puede preocuparte y a que le puedes temer, si eres sustentado por LA DIESTRA DE DIOS?…

Tomate fuertemente de su mano, y dale gracias a Dios por sustentarte, y ayudarte cada día y has que el fuego de la gratitud arda más y más en tu corazón.

LEÑO #3

Hermano (a), si estás siendo presa del odio, del rencor, del resentimiento, y permites que tu corazón aborrezca a alguien, medita inmediatamente en 1 Juan 4: 20-21.

Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?

Y nosotros tenemos este mandamiento de él: “El que ama a Dios, ame también a su hermano”.

Por favor piensa por un momento en esto: el mismo Espíritu Santo que habita en ti, habita también en tu hermano cristiano. Nos pertenecemos unos a otros, y nos necesitamos unos a los otros. Tenemos que reconocer que tenemos fallas e imperfecciones. Algunos de nosotros somos más difíciles de ser amados.

Pero aquellos que menos amor merecen, son los que más lo necesitan.

De modo que comienza a alabar y a agradecer a Dios por tus hermanos y hermanas, y perdona sus faltas así como Dios te perdona a ti… Juan 13:34-35

Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros

Entonces amados hermanos el amor hace que el fuego de la alabanza arda con más brillo en nuestros corazones.

LEÑO #4

Este es un buen leño que arderá precioso en tu chimenea de alabanza: Juan 3:16:

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna

Este es un leño muy especial, si eres una persona tentada a sentirse no amada, ni deseada. Si el diablo te está haciendo creer que eres una persona inútil, que no hace bien las cosas, que tienes poco valor; puedes quemar este leño de Juan 3:16, sentándote y pensando en cuanto te ama Dios…sería bueno que insertaras tu nombre donde se menciona “al mundo” (…“al que no escatimó ni a su propio hijo…”).

Cuando te sientas solo (a), triste, abandonado cuando sientas que le has fallado a todo el mundo, o que todo el mundo te ha fallado, hay alguien que piensa en ti, y que te ama incondicionalmente.

Aunque te abandonen tus amigos, y te den la espalda los que más amas…Piensa que tu vida le importa a Dios, porque te ama con amor eterno. Medita en esto y dale gracias a Dios por su gran amor, incomparable amor con el que te amó, te ama, y te amará…este leño avivará el fuego de la alabanza en tu corazón… ¿Amén?

LEÑO #5

Debes alabar a Dios a menudo por el milagro de la vida. El Salmo 150:6 ordena:

Todo lo que respira alabe al Señor

Hermano, alábalo por tu aliento en primer lugar… ¿te has dado cuenta? ¡Estás con vida! Tus pulmones están bombeando fielmente el aire hacia el interior de tu sistema cada día, sin un ápice de esmero de parte tuya. ¡Ahora mismo respira profunda y llena tus pulmones de aire y alábalo por darte dos pulmones sanos!

Una buena práctica para tener conciencia de nuestra realidad es que pongas la mano sobre tu corazón. Cierra los ojos por unos instantes y siente y escucha el rítmico latir de ese maravilloso músculo que incansablemente bombea la sangre a través de tu cuerpo, hora tras hora, día a día, año tras año…La vida es una preciosa posesión. Es el don de Dios a nosotros, y debemos alabarlo por ella.

Nunca tomes la vida por concedida. Considera más bien lo que dice el salmista en el Salmo 31:14-15:

Yo en ti confío, oh Jehová; digo: Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos

LEÑO #6

En este mundo cargado de dolores, sufrimientos y quebrantos, ¡cuán importante es que continuemos alabando a Dios mientras avanzamos en medio de la tempestad, en medio de la tormenta, mientras pasamos por el valle sombrío de la enfermedad y de la muerte! Y un buen leño para que arda tu corazón es Isaías 53:4-5:

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados

Éxodo 15:26.

Yo soy Jehová tu sanador

Hermano (a) si estás siendo golpeado por la enfermedad, no permitas que te hunda en la depresión o la desesperación…¡Dios todavía está en el trono!…nuestro Padre celestial es “El Señor tu sanador”. Solamente repite ese versículo una y otra vez (el Señor es mi sanador) y permite que penetre en tu conciencia. Alaba a Dios en tu aflicción…la alabanza es el lenguaje de la fe, y desata el poder sanador de Dios.

LEÑO #7

Suponte que tienes una chimenea, y alguien te ofrece una provisión de leña de por vida, ¿no estarías agradecido por eso? Estoy seguro que si.

Ahora bien, Dios ha hecho precisamente eso para todos nosotros. Que dice Efesios 1:3 nos dice que:

Dios…nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo

¡Para mi eso, eso es como si Dios hubiese prometido suficientes leños para que nuestras llamas de alabanza se mantengan ardiendo por siempre!. Fíjate que Dios no dijo: “te he bendecido con la mitad de las bendiciones”, o “te he bendecido con la mayoría de las bendiciones”. No, El dice: “con toda bendición espiritual”.

Y esto incluye: TODAS LAS BENDICIONES QUE TE PUEDAS IMAGINAR. Esto es grandioso…esto debe inspirarnos a alabar al Señor, con alegría, y con gratitud.

Bien hermanos (as) les he dado siete leños de alabanza, que te pueden servir para cada día de los siete días de la semana, sin embargo, cada promesa de la palabra de Dios es un buen leño que “arderá” bien si solamente meditas en ello y gozas del resplandor de su calor. De modo que si estás empezando a sentir frío, ve a la Biblia y ubica otro leño. Hay bastante leña allí como para mantenernos ardientes en el espíritu… Amén

Ps. Edgar Díaz

 
 

Actualmente no hay comentarios relacionados a este artículo. TU tienes el privilegio de ser el primero. ¡Gracias!